Por: Francisco Pérez E.
Atleta del Team Muscle Research.
Si bien es cierto que la mejor actuación y el esfuerzo durante un evento deportivo son factores determinantes para sobresalir y ganar, obtener un excelente resultado, ya sea el primer lugar en una competencia, la mejora en un entrenamiento o el perfeccionamiento físico atlético, no puede ser el resultado aislado y exclusivo del momento en que se dio dicho logro. Si se hace una retrospectiva en la vida de todo atleta que ha logrado avances y triunfos sin duda encontraremos factores determinantes antes, durante y después del entrenamiento diario así como de la misma competencia.
Siempre que presenciamos una competencia parecería que los atletas saltan a la cancha, pista, alberca, etc, compiten y al final se marchan. Pero ocultos quedan las sesiones de calistenia previas a la competencia, la hidratación y posteriormente el estiramiento final. Menos conocidos son los momentos en los que el atleta se nutre mediante 5, 8 o más comidas a lo largo del día. Pero sin duda alguna, la suma de todo lo anterior habrá de componer el fundamento en el que la futura victoria habrá de basarse.
Es así como toda persona que desea practicar cualquier deporte, a cualquier nivel, ya sea para competir pública o personalmente, debería más que preocuparse, ocuparse de las oportunidades que tiene antes, durante y después del entrenamiento o competencia. Así mismo debe entender que esta estrategia deriva en el entrenamiento y en la nutrición.
Al parecer, la ocasión más clara para aplicar lo anterior está en el rubro físico-atlético donde resulta imprescindible iniciar con una concentración precisa, clara y profunda sobre el resultado deseado, acto seguido viene la etapa popularmente conocida como calentamiento, durante la cual mediante estiramientos y repeticiones cortas se le hace saber a cada músculo del cuerpo que están a punto de ser exigidos a su máxima capacidad.
Durante toda la práctica del ejercicio resulta ideal, en la medida de lo posible, continuar con estiramientos e incluso con masajes aplicados directamente en los principales músculos ejercitados. Y al término de la prueba, las flexiones y estiramientos acompañados de una relajación inducida física y mentalmente serán el broche con el que deberíamos cerrar todo entrenamiento. Estos tres pasos correctamente aplicados serán sin duda una excelente ayuda, no sólo para lograr un correcto desempeño durante el entrenamiento inmediato, sino en los que habrán de venir pues con ello podríamos prevenir lesiones que nos alejen del ejercicio por cierto tiempo en el que pudiera menguar nuestra motivación para continuar en el futuro.
Ahora bien, en el rubro de la nutrición, es sabido por la gran mayoría que un plato equilibrado en nutrientes es la clave de todo plan nutricional. No obstante a este conocimiento aún existen deportistas que intencionalmente evitan la ingesta de hidratos de carbono y más aún de lípidos por la errónea creencia de que estos nutrientes habrán de generar lipogénesis (proceso por el cual los azúcares simples como la glucosa se convierten en ácidos grasos*) en su organismo, una preocupación comprensible pero innecesaria si se cuenta con el conocimiento elemental sobre nutrición general.
Los hidratos de carbono abastecen al organismo de la energía que requiere para funcionar¹. Se debe entender que la energía es requerida durante todo el día y mayormente antes de la prueba física, por ello, si bien el plato pudiera ser rebosante de ellos antes del ejercicio no pueden ser relegados exclusivamente a este momento aunque sí pudieran ser restringidos durante las últimas comidas del día presumiendo que la demanda de energía no sería significante.
Entre los carbohidratos existen dos grupos perfectamente identificados, estos son los simples y los complejos. Los primeros pueden proveer energía inmediata y a diferencia la obtenida por los segundos es prolongada por lo que la preferencia la ocupan los carbohidratos complejos ocupando un lugar estelar dentro del plato que se habrá de ingerir en la comida previa a la prueba física restringiendo a los simples a minutos previos al evento o incluso durante este. Ejemplos de hidratos de carbono complejos son la avena, el arroz y otras semillas. Entre los simples, hablando sanamente, encontramos las frutas².
Continuando sobre la línea energizante, por llamarla de algún modo genérico, el organismo obtendrá combustible de los lípidos, estos son la fuente de energía más concentrada de la que el cuerpo puede disponer³. Los lípidos están compuestos de ácidos grasos, estos están categorizados en saturados, monoinsaturados y poliinsaturados. De ellos el deportista debería optar por los 2 últimos en forma de aceites de pescado y de oliva por citar sólo 2 ejemplos⁴.
Por otro lado, dentro de la denominada nutrición deportiva avanzada, que refiere a la suplementación precisa y efectiva para quien debido a su ritmo de vida requiere complementar su dieta con nutrientes adicionales, desde hace varios años atletas aventajados emplean términos que identifican perfectamente el momento en el que pueden emplear recursos particulares para optimizar resultados. Los términos son anglosajones pero verdaderamente sencillos de comprensión y empleo:
Pre-Training. Para suplementos que preferentemente se usan antes del entrenamiento o competencia.
On-Training. Para suplementos cuyo uso suele ser durante el entrenamiento o competencia.
Post-Training. Referente a los suplementos en los que se apoyan posteriormente a la prueba o competencia.
Dentro de cada referencia hay suplementos específicos con alta preferencia para ser empleados de forma exclusiva en el segmento propio, tal es el caso de aquellos que contienen mezclas de aminoácidos como la arginina, taurina, citrulina, glicina y metionina por citar algunos. El principal objetivo de este tipo de suplementos es estimular de forma natural y segura al organismo hacia la acción o actividad física. Usarlos en otro momento ajeno al antes citados pudiera resultar en una inversión infructuosa para el atleta.
Sin embargo, existen suplementos que bien pudieran pertenecer a uno u otro segmento. La ubicación y uso final de estos dependerá del plan nutrimental que siga el deportista. Por ejemplo, la popular proteína, independientemente de la fuente que puede ser soya, leche, carne, etc, puede ser empleada antes o después, Pre o Post-Training. Si se usa antes seguramente el organismo habrá de utilizar el recurso como fuente de energía mientras que de ser empleada al final tendrá notables posibilidades de ser descompuesta en aminoácidos que serán de gran ayuda en la construcción muscular⁵.
Por último, la demanda de nutrientes específicos por parte de los atletas para obtener suplementos que puedan ser empleados durante el entrenamiento, On-Training, sin tener que padecer de malestares como indigestión, flatulencias o pesadez ha promovido que los laboratorios presenten fórmulas que contienen mayormente aminoácidos varios capaces de brindar energía además de formar fibras musculares, ligamentos, tendones, órganos vitales, glándulas, cabello, uñas, fluidos vitales⁶, etc.
Ahora bien, se debe entender que estos 3 momentos no son todos los “tiempos” en los que se suele recomendar la ingesta de suplementos. A ellos debe sumarse un 4° que podría llamarse “Base o Fundamento” ya que podría, el suplemento en cuestión, ser empleado en cualquier momento del día e incluso de la noche. Sin embargo sobre este punto habremos de ahondar en otra ocasión, mientras tanto es importante vigilar los 3 segmentos ahora conocidos para recurrir a ellos y complementar la nutrición al máximo en caso de ser necesario.
Brevemente hemos ido más allá de los momentos críticos de todo deportista y escudriñando hemos confirmado que un triunfo, cualquier logro o avance significativo no ocurre por espontaneidad, estos son programados con suficiente antelación y se soportan de tiempo atrás en cada día, no solamente durante alguna prueba en particular.
Cuidar aspectos técnicos y prácticos durante el ejercicio y abastecer al organismo con nutrición de calidad en momentos precisos sin duda habrá de ser la catapulta al siguiente nivel y esto aplica para quien se ejercita de forma ocasional, frecuente y hasta para el que ha hecho del deporte un estilo de vida e incluso una profesión.
Referencias:
1. ¹²³⁴⁵⁶ James F. Balch, Phyllis A. Balch. Prescription for nutritional healing A-to-Z guide to supplements. Avery, Garden City Park, NY, 1998. 3-88
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